Diana "Artemisa" García

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Con una actitud de enojo me levanto del asiento y le grito la oriental para llamar la atención de las personas cercanas. -Que cree que hace al llamarme ladrona he sido tal vez una persona no muy recta con lo de la información pero ladrona eso no se lo perdono es como todos lo hombres. Al ver que una mujer les puede ganar empiezan con su maldito machismo sepase que lo que me a dicho no tiene perdón es usted un estúpido.

Trato de voltearle una cachetada al oriental y pese a que me detiene la mano salgo del palco buscando la salida mas cercana mientras hago eso saco un pequeño intercomunicador de mi bolsa de mano me lo pongo en la oreja y llamo a Alberto usando la mariposa y tratando de poder escuchar por el intercomunicador.

-Alberto esta ahí sal de inmediato de la casa estamos en peligro tal parece que alguien mas sabe de nosotros. Ve al refugio y procura que nadie te siga ¿comprendes?. No te preocupes por mi se como defenderme y como salir de esto rápido sal de ahí ¿has entendido Alberto? !!Responde Alberto por amor de dios, responde¡¡

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El comunicador no le responde, no recibe señal alguna, ni siquiera de interferencias.

“Esto es muy raro, Alberto revisa el material siempre a conciencia antes de cualquier uso”

Busca el coche en el que habían venido antes de irse a buscar un taxi.
El coche se encuentra en el mismo lugar que antes, con Alberto esperando en el asiento del conductor.

– ¿Que haces?, ¿no deberías estar dentro?- abriendo la puerta del coche.

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Al ver que Alberto sale de el taxi me impresiona lo calmado de sus preguntas

-¿Alberto que haces aquí? te dije muy claramente por el intercomunicador que te fueras al refugio ¿Que acaso no escuchaste la conversacion del oriental?, ¿Y cuanto tiempo llevas aquí parado? El claramente me a descubierto y a ti también, ¿Que sucede contigo?. Entra en el taxi tenemos que hacer algo esta noche y tenemos que platicar de muchas cosas. Al parecer alguien a descubierto la manera de como nos comunicamos

Toma a Alberto por el brazo, y lo subo tan rápido como puedo al taxi y le digo al taxista que nos lleve a Manhattan lo mas rápido posible

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El gesto de Alberto denotaba gran desconcierto. Mirando hacia el taxista con un gesto preocupado le contesta a Artemisa.

– Esperemos a llegar a casa, hablaremos con un café con mayor calma. - Su gesto llama claramente a ser discreto ante extraños.

.................

Una vez en lugar seguro, lejos de otros posibles curiosos Alberto se coloca delante de ella.

– ¿Que ha sido eso?, delante del taxista, ¿donde está tu discreción?.
- No me fuí porque no avisaste como siempre. Sabes que tenemos que estar cerca para recibir la señal. Además de que hablas, no recibí ningún sonido desde que entraste en el edificio. ¿Qué sucede para que estés tan nerviosa?

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-De que hablas Alberto después de que entre se supone que tenias que estar escuchando todo lo que pasa. Y dime por que es que no probaste el equipo antes de que yo entrara tu nunca me dejas entrar a ningún lugar sin antes ver que todo esta bien. ¿Que sucedió contigo? no sabes de lo que hablo oh solamente tratas de excusarse de que fallaste.

No estoy molesta contigo por no que se te halla olvidado revisar el equipo. Tienes tantas presiones ya con todo lo que te pido que un erro lo comete cualquiera pero dime ¿Alguien mas sabe de mi doble identidad Alberto, no le has contado a nadie mas? Dime la verdad Alberto

Lo miro fija mente a los ojos esperando su respuesta y ver que reacción toma después de mis preguntas

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El gesto de Alberto cambia por completo. Lo que comienza como una incredulidad ante lo que escucha se torna en ira muy rápidamente.

- ¿Que no lo he comprobado?. SIEMPRE lo hago, siempre me encargo de que todo funcione a la perfección mientras que tu... - Corta en seco su comentario.

La cara se le enrojece, la rabia sigue con él.

- El equipo funciona a la perfección. Porque no lo compruebas tu misma por una vez. No me extraña que sepan a que nos dedicamos con los numeritos que vas montando delante de cualquier extraño. ¿A que viene lo del taxista de hace un rato?, ¿En que demonios estás pensando?.
- Nos estamos jugando mucho los dos como para que ahora te empieces a comportar como una niña malcriada.

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LA ira se hace presenta en mi, la respuesta de Alberto no era la que esperaba de todos menos de el. Con furia le contesto sin pensar en las consecuencias de lo que digo

-!!Anda dilo que ando jugando a la mujer galante de la sociedad, a una zorra de altura¡¡ ¿Es lo que me ibas a decir, no es verdad Alberto?. Crees que me gusta estar a lado de las personas que se pavonean por ahí pensando que son los dueños del mundo. Tu crees que para mi es fácil esto, "ser la niña malcriada" que tu dices que soy. Los odio tanto como ellos me odian a mi; incluso me odio a mi misma por hace esto ser la dama de sociedad que no quiero ser.

Me sereno un poco y le hago un pregunta mas a Alberto. -Alberto quiero que me digas algo y quiero que me respondas con la verdad ¿Me odias por lo que me he convertido, Dilo con toda confianza? Si es así te puedes ir y dejarme sola, si algún día me llegan a atrapar yo nunca diré nada de ti ¿Que me respondes Alberto?

Me siento en uno de los sillones de la sala y espero la respuesta de Alberto; con la cabeza baja, y las manos juntas. Como si mis padres me estuvieran regañando y esperara la reprimenda de ellos; el tiempo se me hace una eternidad al tratar de escuchar la respuesta de Alberto.

Mi corazón late deprisa, y mis nervios están hechos trizas por tratar de buscar la mejor manera de entender lo que venga

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-Alberto quiero que me digas algo y quiero que me respondas con la verdad ¿Me odias por lo que me he convertido, Dilo con toda confianza? Si es así te puedes ir y dejarme sola, si algún día me llegan a atrapar yo nunca diré nada de ti ¿Que me respondes Alberto?

Alberto se muestra deconcertado ante la última frase de Artemisa. Relajandose más toma asiento a su lado, respirando muy profundamente buscando las palabras para decirle ...

- No podría odiarte aunque quisiera. No comprendo lo que ha pasado esta noche. Estoy seguro de que todo el equipo está bien, cuéntame lo que ha pasado con detalles, el porque estás tan preocupada.

Tiende su mano hacia la suya con gesto tierno.

- Sea lo que sea de lo que tenemos que encargarnos juntos podremos, ya hemos salido de situaciones complicadas antes.

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Al tender su mano hacia la mía la esquivo y me paro del sillón me postro enfrente de el sin darle la cara y empiezo a contarle un poco de lo que a pasado. De improviso me dirijo a la pequeña cantina de el cuarto y me sirvo un trago de Brandy doble me lo empino de un solo trago y sigo mi conversión con Alberto

- Lo que en verdad me preocupa es el como tan tranquilo me dijo todo las cosas de lo que hacíamos tu y yo, por eso hace un momento te pregunte si habías comentado con alguien lo de nosotros. No es que no te tenga confianza ni mucho menos que desconfié de ti; llevamos desde que yo llegue con mis padres de conocernos y tu eres mi mejor amigo y el único que tengo en verdad. Tu has estado en todas las cosas que me han pasado desde la muerte de mis padres, hasta mi regreso a esta ciudad. Pero todo lo que dijo ese tipo oriental me puso un poco paranoica y en verdad tenia miedo de que te hicieran algo a ti. Tu eres la única familia que me queda y si te perdiera no se que seria de mi.

Tomo el control de la tele y la prendo y la pongo en el canal de vídeos mientras sigo mi platica con Alberto

[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=Se9mqGRWjjA[/youtube]


En la tele sale esta vídeo que queda justo para la platica de hace un minuto tuvimos Alberto y yo

-Ya dejemonos de esta platica tan absurda, dime que es lo que tenemos para esta noche ya que mi velada en la opera se a arruinado. ¿Tenemos la dirección del señor Wiliam? creo que es hora de hacerle una visita y tomar lo que por derecho le pertenece a las personas de ese departamento ¿no lo crees así Alberto?

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Alberto la mira extrañado, todavía visiblemente descolocado por todo lo que está pasando.

- Si, tenemos su dirección pero... ¿crees que es prudente ir ahora?, no habría que ocuparse primero de los que nos han descubierto y después ya... además, no tenemos nada preparado para ello.

Mirándola, a la espera de alguna reacción en su compañera. Resignado con la esperanza de que entre en razón continua hablando con ella.

- En el ordenador está todo, dirección, horarios, sirvientes...