Candice
Publicado: 29 Dic 2009, 12:03
Candice
-Nueva caía del índice....
Apaga la televisión. No hace falta que ningún periodista de medio pelo le diga que es lo que pasa en el parquet, ella lo sabe de primera mano.
Deja la toalla medio húmeda sobre un galán de noche y se encamina desnuda hacia el armario.
“Esta noche es importante, tengo que deslumbrar”
Tantea varios vestidos hasta que encuentra el idóneo. Después de una dura jornada, presionada por los inversores, asustados como gatitos ante el menor cambio de los índices generales, esto es lo que necesitaba.
Sin vistosas joyas, sin un llamativo abrigo, así está perfecta. Un último vistazo en el espejo antes de salir, todo perfecto.
.........
Un criado le retira con sumo cuidado el abrigo.
- Si tiene la amabilidad de seguirme, el señor la está esperando
Era la primera vez que estaba en esa casa, sin duda su dueño tenía buen gusto, aunque no supiera jugar demasiado bien. Tras varias partidas de alto nivel el Sr Gairth había decidido que si tenía que volver a perder al menos sería en un ambiente más cómodo para él y en buena compañía, esto último como un cumplido hacia ella, cumplido que por el momento prefería ignorar.
El criado la condujo hasta una sala amplia, con una gran chimenea francesa y varios cuadros de toque clásico. Alrededor de la mesa 2 caballeros conversaban con una copa en la mano con el anfitrión mientras que una mujer de cabello oscuro se limitaba a observarles en silencio.
- Está usted bellísima esta noche- se levanta ignorando a sus compañeros que continúan con la charla entre ellos – tome asiento, comenzaremos en seguida - le retira la silla educadamente.
- Fichas para la señorita... ¿cuanto va a ser?
Está usted bellísima esta noche, fiichas para la señorita... ¿cuanto va a ser?
-Muchas gracias, buenas noches caballeros- Casi con un susurro le dije la cantidad, y mientras él hacia las gestiones me introduje en la conversación de los presentes, con el único ánimo de estudiarles, aunque la mayoría de la gente no lo sabe, para ganar al pocker la suerte no tenía nada que ver, todo se basaba en saber cuando el oponente tenía un farol y cuando no, y todo esto se reflejaba en sus caras, en sus manos, en su sudoración, en un mínimo parpadeo, con el Sr Gairth era muy fácil, cuando tenía buenas cartas siempre ponía cara de decepción y bebía repetidamente. A mi se me daba bien fingir, toda mi vida había trabajado para no revelar debilidad o algún sentimiento que alguien pudiera aprovechar en mi contra. Por lo que veía la partida sería muy interesante, aunque estaba algo nerviosa, estaba claro que Gaith quería que nuestras reuniones fueran más allá de las partidas de pocker, y sus recursos le hacían encantador, pero más allá de su imperio era un tipo aburrido y con muy poco sentido del humor, quizás un poco como yo, pero no, no podía fingir ese sentimiento, puesto que nunca lo había tenido dentro, además, él conocía mi secreto, y eso me haría sentir vulnerable, mejor me concentraba en la partida, luego volvería a mi apartamento y repasaría la reunión de mañana...
-Y bien señorita Candice, luego nos podría decir cual es la mejor inversión para lo que ganemos esta noche...- dijo uno de los presentes- bueno, si a alguien le da para algo más que para el taxi, estaré encantada de aconserjarle- todos reímos y nos dispusimos a empezar la partida.
-Nueva caía del índice....
Apaga la televisión. No hace falta que ningún periodista de medio pelo le diga que es lo que pasa en el parquet, ella lo sabe de primera mano.
Deja la toalla medio húmeda sobre un galán de noche y se encamina desnuda hacia el armario.
“Esta noche es importante, tengo que deslumbrar”
Tantea varios vestidos hasta que encuentra el idóneo. Después de una dura jornada, presionada por los inversores, asustados como gatitos ante el menor cambio de los índices generales, esto es lo que necesitaba.
Sin vistosas joyas, sin un llamativo abrigo, así está perfecta. Un último vistazo en el espejo antes de salir, todo perfecto.
.........
Un criado le retira con sumo cuidado el abrigo.
- Si tiene la amabilidad de seguirme, el señor la está esperando
Era la primera vez que estaba en esa casa, sin duda su dueño tenía buen gusto, aunque no supiera jugar demasiado bien. Tras varias partidas de alto nivel el Sr Gairth había decidido que si tenía que volver a perder al menos sería en un ambiente más cómodo para él y en buena compañía, esto último como un cumplido hacia ella, cumplido que por el momento prefería ignorar.
El criado la condujo hasta una sala amplia, con una gran chimenea francesa y varios cuadros de toque clásico. Alrededor de la mesa 2 caballeros conversaban con una copa en la mano con el anfitrión mientras que una mujer de cabello oscuro se limitaba a observarles en silencio.
- Está usted bellísima esta noche- se levanta ignorando a sus compañeros que continúan con la charla entre ellos – tome asiento, comenzaremos en seguida - le retira la silla educadamente.
- Fichas para la señorita... ¿cuanto va a ser?
Está usted bellísima esta noche, fiichas para la señorita... ¿cuanto va a ser?
-Muchas gracias, buenas noches caballeros- Casi con un susurro le dije la cantidad, y mientras él hacia las gestiones me introduje en la conversación de los presentes, con el único ánimo de estudiarles, aunque la mayoría de la gente no lo sabe, para ganar al pocker la suerte no tenía nada que ver, todo se basaba en saber cuando el oponente tenía un farol y cuando no, y todo esto se reflejaba en sus caras, en sus manos, en su sudoración, en un mínimo parpadeo, con el Sr Gairth era muy fácil, cuando tenía buenas cartas siempre ponía cara de decepción y bebía repetidamente. A mi se me daba bien fingir, toda mi vida había trabajado para no revelar debilidad o algún sentimiento que alguien pudiera aprovechar en mi contra. Por lo que veía la partida sería muy interesante, aunque estaba algo nerviosa, estaba claro que Gaith quería que nuestras reuniones fueran más allá de las partidas de pocker, y sus recursos le hacían encantador, pero más allá de su imperio era un tipo aburrido y con muy poco sentido del humor, quizás un poco como yo, pero no, no podía fingir ese sentimiento, puesto que nunca lo había tenido dentro, además, él conocía mi secreto, y eso me haría sentir vulnerable, mejor me concentraba en la partida, luego volvería a mi apartamento y repasaría la reunión de mañana...
-Y bien señorita Candice, luego nos podría decir cual es la mejor inversión para lo que ganemos esta noche...- dijo uno de los presentes- bueno, si a alguien le da para algo más que para el taxi, estaré encantada de aconserjarle- todos reímos y nos dispusimos a empezar la partida.