Matt Farrell "Warlock"

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Thrawn
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Re: Matt Farrell "Warlock"

Mensaje por Thrawn » 02 Abr 2010, 23:32

Quien fuera que fuese el/la gracioso/a que había enviado aquel paquete se había gastado más en el envoltorio que en el mismo contenido.

Capas y capas de cinta aislante negra...debía haber gastado el rollo al completo. Cuando por fin pudo retirar la cinta aislante se encontró con cuatro capas más de plástico dotado de pequeñas bolsitas de aire para evitar roturas de objetos frágiles y que a los niños les encantaba reventar.

Y tantas protecciones para un...teléfono móvil. Nokia 3310. Entre divertido y aliviado por no ser explosivo plástico, dejó escapar unas alegres risas. Al menos tenía algo en común con su "amigo invisible", puesto que podía ser tan paranoico como el. Tantas capas de protección para un simple móvil.

Móvil de tarjeta prepago, imposible de rastrear. Seguía en su línea de no revelar la más mínima pista sobre su posible paradero. La memoria vacía salvo un mensaje de remitente desconocido:

-"Estaremos en contacto a través de esto."

Bueno, en cierta forma era un avance. Parecía que su tímido interlocutor se iba dejando a ver poco a poco. Ahora tan solo debía asegurarse de que el móvil no tenía ningún dispositivo de rastreo. Rápidamente, consiguió de Internet unos planos y bocetos del susodicho móvil y lo comparó con el que tenía en sus manos, intentando comprobar que todos los circuitos estaban en su sitio y que no había ningún extraño añadido raro. Un ex empleado de la NSA no debía dejar ningún cabo suelto y hasta un inofensivo móvil podría atraer hacia él invitados no deseados...pero que coño, si ya sabía su dirección para enviarle paquetes...

Farrell tomó entonces una importante decisión, meditada a lo largo de una fructífera hora con la ayuda de un vaso de Jack Daniels con hielo: fuera a donde fuera, sería rastreado y localizado por su interlocutor. Además, cuantas más veces hiciera uso de los mecanismos necesarios para cambiar de identidad, mayor sería sobre él la atención de las autoridades y por el momento y con la excepción de su querido interlocutor, nadie más sabía donde se encontraba.

De modo que decidió quedarse en aquel apacible y perdido rincón del medio oeste y seguir con su plácido y aburrido trabajo como agente de seguros. Decidió por lo tanto distraerse un poco y a la vez conocer más a los que lo rodeaban...empezando por el club de lectura, de donde le había llegado el primero de la larga serie de mensajes anónimos.

-¿Molly? Sí, soy yo, Stuard. ¿Cómo va el trabajo? ¿Todo bien? Escucha, pasé un rato muy agradable el otro día en el club de lectura y me gustaría conocer a más gente y participar un poco más. ¿Sería posible que mañana propusiese yo la lectura del día? ¿Que hablarás con ellos? ¡Estupendo, no sabes lo que te lo agradezco! Sí..todavía estoy pensando en que proponer, pero sea lo que sea os llevaréis una buena sorpresa. Un beso Molly, buenas tardes.

Iba a ser provocativo. Si por una remota posibilidad su tímido interlocutor lo observaba físicamente, quería retarle, enseñarle que no tenía miedo. Ya se sabe bien por el dicho: "la pluma es más poderosa que la espada".

-Me alegro que hayais acudido a esta mi primera presentación en este respetable club de lectura. Espero que os gusten los pasteles como sobremesa. El café también corre de mi cuenta. Espero que lo saboreéis, es de importación....colombiano, un favor de un antiguo cliente.

Se tomó unos segundos saboreando la tasa de café, para luego levantarse y acudir a una pequeña mesita auxiliar donde estaban apilados los ejemplares de la novela que había podido reunir. Afortunadamente había uno para cada contertulio.

-George Orwell. 1984. Y os ruego que no penséis en la película, casi todas las recreaciones tienden a salir mal....bien, ¿alguna vez habéis pensado de que a pesar de ser ciudadanos de bien y normales, alguien o algo nos vigila?

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