El pacto de las Janas

Considero absolutamente necesario recuperar este hilo, ya que era de lo mejorcito que había que leer en el foro anterior.

Y voy a empezar con:

Deseo que Australia se hunda, igual que se hundió la Atlántida.

Australia se hunde como la Atlántida... el problema es que la Atlántida de hundió sólo brevemente antes de tomar impulso para salir escopeteada al espacio, cosa que ahora hace Asutralia... contigo dentro.
Este fenómeno, que ocurre una vez cada 3.2 Eones, se repite así en tan corto espacio de tiempo a modo de singularidad cósmica, lo cual atrae la atención de innumerables culturas del espacio. Para que los pobres australianos (que les dan penita) no mueran, se les pone una macrocúpula de contención atmosférica y un generador de gravedad por debajo del continente, el cual surca el espacio aprovechando diferentes agujeros negros para conocer galaxias lejanas. Los Australianos pasan a ser asi conocidos por todo el cosmos, haciéndose célebres y pasando a formar parte del famoseo galáctico. "Los australianos molan", dicen unos, "Sí, tienen dos patas y se hacen llamar australianos", dicen otros... Y por supuesto, a ti te toman por uno de ellos. Tú proclamas una y otra vez que no eres australiano!!!, pero nadie te hace caso... Poco después, de hecho, te dicen que el planeta Tierra ha explotado (matando a todos tus conocidos no-australianos), y el termino "humano" ya no se usa. Ahora sois sólo Australianos, y las costumbres de ese país te son impuestas por obligación el resto de tu vida. De hecho, vives una laaarga vida (tus pueriles intentos de suicidio siempre eran evitados por los extraterrestres al son de "oh, mira, pobre australianito que casi se muere". Finalmente te rindes mental y emocionalmente, y te casas con una australiana paleta que no entiende nada que pueda hacerse con la imaginación (sí, de esas que solo ven pelis con "base real", porque "si no existe no merece la pena verlo porque no tiene sentido"...).
Terminas tus dias enganchado a reality shows australianos, y tu foto sale en todas las guías galácticas como "Australiano típico".

Fin


Deseo.... Que un pimiento gane las próximas elecciones a presidente de los EEUU.

Sois unos cabrones!! la idea original era miaaaaaaaaaaaaaaaa, bah no me ha importado ni un poquito

Bueno hija, pero corrómpelo, que si esto es sólo entre javis y yo ya no tiene tanta gracia...

Voy a revivir esto, que hace mucho que no se mueve y no puede ser.

Totoro escribió:Deseo.... Que un pimiento gane las próximas elecciones a presidente de los EEUU.

Las elecciones de 2012 consiguen atraer un cierto interés mediático, pero finalmente, Barack "miradme-soy-un-negro-dirigiendo-el-país" Obama sucumbe ante su odiado enemigo político: el Pimiento.

El Pimiento llegó a donde está con mucho esfuerzo y dedicación. Venía de un huerto marginal y muy pobre en el que las zanahorias y las lechugas apenas podían permitirse pagar los servicios de desparasitación. Su madre murió cuando el Pimiento no era más que un brote, y sufrió abusos de su padrastro, un rábano austero y con problemas de drogodependencia (se aficionó al estiércol de caballo de carreras dopado) durante su adolescencia, que pasó en una maceta de un mozo de cuadras del hipódromo de chicago. El padrastro del Pimiento era muy aficionado a apostar en las luchas de pulgones que tenían lugar todas las tardes, pero siempre tenía mala suerte y en una ocasión, después de perder una apuesta que no pudo pagar, desapareció y nunca más se le volvió a ver.

El Pimiento, entonces, tuvo que trabajar muy duro durante toda su vida, principalmente como muestra en un puesto de frutas y verduras. El sueldo no era bueno, y tenía que rezar cada día para que lo encontraran poco apetecible y no se lo llevara un aprendiz de chef para hacer una empanada gallega. Así que el Pimiento comenzó una huelga de hambre para poder parecer demacrado y enfermizo y poder resistir, al tiempo que ahorraba para su sueño: viajar por todo el mundo.

Cierto día, leyendo el periódico del kiosco de enfrente (su pasatiempo habitual, ya que no tenía mucho más que hacer) reparó en las noticias de sucesos: crímenes, violencia callejera, guerras, muerte... Viendo el sufrimiento de toda su vida reflejado en aquellas letras tipográficas, algo en su interior nació. La chispa de la revolución.

Decidió que tenía que cambiarlo todo. Hizo el examen de ciudadanía y fue reconocido como Estadounidense. El primer paso de su plan había sido dado. Posteriormente, hizo el servicio militar, se hizo socio de la NRA, el partido republicano y el partido demócrata (por si acaso), y comenzó a asistir a todos y cada uno de los congresos a los que podía acceder colándose en el almuerzo de uno de los guardias de seguridad, con la astuta maniobra de hacerse pasar por un plátano rojo. Así aprendió sobre la política, puntos de vista, qué decir y cuándo y sobre todo a obtener el poder del favor de la gente.

Consiguió la financiación para su campaña electoral gracias a su amistad con Ted Turner, a quien inició en el mundo de las por aquel entonces desconocidas, peleas de pulgones a las que tan adicto era su padre. Con su olfato para los negocios, Ted Turner las convirtió en el nuevo pasatiempo nacional, ganando en el proceso millones de dólares. Agradecido, consiguió que el partido republicano lo reconociera como el candidato más fiable para las siguientes elecciones (No es nada fácil sacar los trapos sucios de un pimiento y aunque lo consigas... ¿quién te va a creer?).

La Campaña de El Pimiento llegó a todos los hogares estadounidenses, que, conmovidos por la triste historia de su vida, le apoyaron incondicionalmente.

El voto de la compasión sumado a que la fiebre del presidente negro ya olía un poco y se necesitaba un cambio, algo nuevo e innovador, hicieron que El Pimiento se hiciera con la victoria.

Sin embargo, el pimiento se marchitó a los pocos días se su elección. Así que Obama volvió a asumir el gobierno ya que todavía no había abandonado la casa blanca, todas sus cosas seguían allí y la gente de las mudanzas decían que no les marearan. Así que por comodidad logística se decidió que lo mejor sería todo siguiera exactamente igual.

Yo ahora deseo... ser barbilampiño

Re: Corrompe un deseo
Bueno hija, pero corrómpelo, que si esto es sólo entre javis y yo ya no tiene tanta gracia...

No seas mentiroso, si que la tiene...

xD

cobitina escribió:
No seas mentiroso, si que la tiene...

xD

Te informo de que al contrario que los simples mortales, yo no miento jamás. (Y soy muy sensible con ese tema) (En serio)


Si bien, en cualquier caso, procedere a la corrupción del deseo, dado que parece que nadie más se atreve:

"Yo ahora deseo... ser barbilampiño":

Un día te despiertas y cuando te vas a afeitar te das cuenta de que no hay un solo pelo en tu barbilla. "Que bien", te dices, "no tendré que afeitarme"... Asi que haces tu vida normal y corriente, y tras una anodina jornada te vas a la cama. Al día siguiente, entonces, vas nuevamente a afeitarte, y de nuevo te percatas de que ni un solo filamento decora tu cincelado mentón. Aqui ya, sin embargo, te empiezas a mosquear. ¿Dos días seguidos sin una sombra de viril pelambrera facial? "Qué extraño"... Sin embargo, de momento no supone un gran problema, asi que te dedicas a otros menesteres como hacer prácticas de informática, cazar canguros, violar koalas... (ya sabes, las actividades típicas australianas). Una vez más te vas a la cama, y una vez más te despiertas a la mañana siguiente cuchilla en mano dispuesta a pasartela por fin por la cara... Pero, ¿qué es esto? Sigues sin barba. Nada, ni el más mínimo amago. Y mosqueado ya ante tan extraño fenómeno decides comentarselo a tu amigo Totoro por el messenger.
"¿Sabes lo que me ha pasado?" Le comentas "Llevo unos dias que no me sale nada de barba. Qué curioso, no?" Momento en el cual, Totoro te pregunta con gran preocupación si no has escuchado las noticias. Tú dudas un poco ante esa respuesta, pero finalmente navegas un poco por internet y ves una par de artículos sobre la Gran Plaga que está asolando el mundo entero. Se trata de un Virus, un insidioso y virulento agente patógeno creado por error en un laboratorio de Albacete (se dice que intentaban hacer torrijas) que reconfigura el ADN humano llevando a las células corporales a un estado de adolescencia inversa y atrofia de las células de leydig eliminando la produccion de testosterona. Pocos son sensibles a este virus altamente transmisible, y como si de una silenciosa pandemia se tratase, cientos de personas en todo el mundo se han visto asi afectadas de forma inesperada.
Al leer esto, te pones blanco, y rápidamente acudes al médico (a pesar de la poca confianza que te da el hecho de que sea australiano), el cual, tras un par de análisis y una danza chamánica aborigen, determina que efectivamente eres seropositivo al virus. Por desgracia no hay cura posible, y aunque al principio intentas convencerte a ti mismo de que no es tan malo, pronto comienzan los inconvenientes. Cientos de granos acuden a tu rostro a ver que pasa, la voz te cambia y se vuelve aguda y desagradable, y tu apetito sexual desaparece completamente justo a tiempo a volver a España y ver de nuevo a tu esperada novia... (Uf, eso ha sido un golpe bajo, eh?) Al cabo de unos meses, has perdido los dientes porque se supone que te tendrian que salir los de leche que ya no tienes, tu masa muscular es la de un niño de 5 años, te haces pipi en los viajes, tu CI disminuye a un cuarto del actual, te salen tentáculos en la rabadilla (este es un efecto inesperado, tal vez por otra cosa), y en general te vas convirtiendo poco a poco en un enorme bebé de metro ochenta que si no fuese por los pañales XXL marca Hacendado daría más asquito que un gnomo enchufado a un aspersor por el ojete.
Pasas el resto de tus dias en una clínica (tus padres pasan de ti y se compran una consola), y solo recuperas parte de tu anterior consciencia para ser testigo de la situación.

... Pero ¡Ey! ¡Has vuelto a España antes de lo previsto!



Deseo... (Parafraseando a Carlomagno) Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles, y los pájaros del cielo.

Totoro escribió:Deseo... (Parafraseando a Carlomagno) Que mis ejércitos sean las rocas y los árboles, y los pájaros del cielo.

Rocas, árboles y pájaros en el cielo ha habido desde mucho antes de que desearas que fueran tus ejércitos. De hecho, llevaban tanto tiempo aburridos, que cuando por fin llegaste para comandarlos te recibieron con un "Vaya por dios...". Y es que no hay nada peor para la disciplina que tener ociosas a las tropas.

Inmediatamente adviertes que quizá no fueran las efectivas tropas de choque que esperabas. Las rocas se habían vuelto sedentarias, los árboles habían echado raíces y los pájaros estaban en las nubes. No iba a ser nada fácil hacer que respondieran a tu mando. Pero tú no eres de los que se rinden fácil mente. Ya que tenías un ejército pensabas usarlo, y al carajo con las consecuencias.

Decides que lo primero es hacerles saber quién manda aquí. Las rocas tienden a ser duras de mollera y los pájaros suelen pasar por alto todo lo que no les interesa. Dejas a estos dos grupos para el final y decides centrarte en los árboles así que preparas un severo programa de readiestramiento para ponerles las pilas. Lo cual es un estrepitoso fracaso porque los árboles funcionan con energía solar.

Bueno, no pasa nada. Lejos de darte por vencido, redoblas tus esfuerzos, aunque esta vez te centas en las aves. Con ellos parece que te va mejor. Quizá, al tener tú mismo tantos pájaros en la cabeza, simpatizas con ellos más de lo que esperabas... quizá demasiado. Para romper el hielo (cosa que a los pingüinos les jode un poco) y ya que parecen tan majos, decides montarles una partida de rol en vivo con la esperanza de que os hagáis coleguillas y que se muestren más receptivos con tus órdenes. La partida es un éxito y todos os lo pasáis muy bien. El problema es que ahora los pájaros te chantajean con que no están dispuestos a luchar si no les prometes una partida de rol en vivo a la semana. Lo cual, aparte de dejarte reventado por el esfuerzo, te deja sin comida en la nevera, porque tienen la manía de picotear cada poco. Y por si fuera poco se quejan porque tus partidas cada vez tienen menos chicha.

Tras varias interminables semanas de insomnio preparando partidas, un día, sin saber muy bien cuál es el detonante, sencillamente pides un tiempo muerto, vas hasta el Corte Inglés, compras una escopeta del doce y 30 cajas de cartuchos y te lías a tiros, dejando todo perdido de sesos y plumas. Acto seguido tiras la escopeta a la basura porque a ti en realidad no te gusta la violencia.

Mientras limpias el lugar, te das cuenta que en realidad sólo un loco usaría pájaros para hacer un ejército de nada. Las piedras son mucho más fiables. Y no hacen caca.

El problema de las rocas es que cuesta mucho convencerlas, pero eso sólo es un problema para el resto de los mortales. Tú, en sólo unos segundos has conseguido hacer que aprendan la orden de "quieto" y estás haciendo progresos a pasos agigantados con el "Sit".

Pero de atacar, marchar o combate cuerpo a cuerpo... te frustra comprobar que siguen mostrando una pasividad que roza lo indecoroso.

Pero bueno, el ejército lo tienes, ¿no? Salvo por lo de los pájaros, pero bueno, un ataque psicótico lo tiene cualquiera en la vida.

Deseo tener mi propio Coche Fantástico (Como Kit, pero en azul oscuro)

QnanG5284 escribió:Deseo tener mi propio Coche Fantástico (Como Kit, pero en azul oscuro)

Un día estás cagando tan ricamente, cuando escuchas un pitido en tu muñeca. "Rayos y retruecanos", exclamas de repente (llevas varias horas de maratón de la serie de Batman de Adam West), momento en el cual se escucha también una voz metalizada que sale de tu reloj y te dice "Maikel, Maikel, mis sensores me indican que varios hombres han entrado en la casa"... Tú, a priori, miras este un par de segundos con la mirada confusa y al final te atreves a decir un timido "¿Hola?" Si bien en ese instante la puerta del baño cede de una patada y dos tipos con trajes azul celeste y pantalones de campana irrumpen precipitadamente cachiporra en mano. Tú, no obstante, que a pesar de estar en una situación tan delicada has recibido entrenamiento en el noble arte de hacer que el resto de la gente de tu alrededor deje de vivir, consigues hacerles una llave combinada no-frost y te deshaces de ambos rápidamente a tiempo incluso de subirte los pantalones y tapar tus vergüenzas. Aún no tienes claro lo que pasa, pero de momento sales del baño mientras la voz de tu reloj vuelve a advertirte de más "intrusos" en la parte de atrás. "¡¿Quién coño eres?! ¡¿Quien coño es ese "Maikel"?! ¡¿Que coño está pasando aqui?! Es lo único que alcanzas a exclamar mientras sales de la casa. Y es ahi, en la puerta, donde ves aparcado un Pontiac Firebird Trans Am del 83, color azul oscuro. La puerta del conductor se abre, a pesar de que no hay nadie más ahi, y mientras se escucha el lejano ruido del todo terreno BigFoot que ves acercándose por la carretera, es ahora claramente el coche el que te dice "Vamos, Maikel, sube"... Y from lost to the river, tú subes al coche.

Por dentro, todo está lleno de lucecitas, sensores, pantallas de video, cachibaches varios... Es como estar en Las Vegas, pero sin casinos y furcias. O como estar en la Nasa... pero sin casinos y furcias, también. La cosa es que no hay ni casinos ni furcias, pero sí un enorme vehículo todo terreno a punto de alcanzaros y cuyas simples ruedas son más grandes que tú después de comerte 5 vacas. (O 17 canguros, no se ahora mismo a cómo está el cambio). Asi pues, no hay tiempo para más chascarrillos, y al grito de "arranca!! arranca!!" mientras buscas el contacto, el coche sale escopeteado y te quedas clavado en el asiento, testigo inmóvil de cómo esquivais con magistral habilidad a vuestro perseguidor, asi como a los tres tanques Panzer modificados que aparecen detrás de una colina disparando su artillería al son de la Cabalgata de las Valkirias.
Pero tú no tienes por qué preocuparte, porque el coche en el que estás montado (y que no deja de llamarte "Maikel Maikel") parece además invulnerable a proyectiles, golpes, laceraciones e incluso a la kriptonita, si se diese el caso. Su blindaje molecular te salvaguarda de todo mal, y cada vez que intentan atraparos el coche salta y salta como si lo de la gravedad y la inercia no fuera con él. Finalmente, de hecho, activa el sistema de Hipervelocidad, y pronto te ves por la carretera a 500 Km por hora atropellando toda clase de bichos en el proceso.

Cuando todo parece haber acabado, el coche sale de la hipervelocidad y ante tu grito de "¡Bueno vale ya. Quiero saber qué coño pasa aqui!" termina parando. Tú sales del coche, te alejas unos metros y exiges de nuevo explicaciones, y entonces el coche te dice que su nombre es Kit, que tú eres Maikel, y que eres un caballero moderno que lucha por la justicia y al cual le han lavado el cerebro robándole su identidad para usarlo en el futuro con intenciones maléficas. Por desgracia ahora otros han descubierto tu identidad, y hay ya tres organizaciones independientes que te buscan para matarte. Por supuesto, eso significa que todo lo que creías que era tu vida es mentira, y ahora estás solo en el mundo con la única compañía de tu coche fantástico. La Fundación para la Ley y el Oden ya no existe (fue absorbida en una Opa hostil por Matutano), y tú ya no tienes siquiera contactos entre las autoridades. De hecho, no tienes identidad, y mientras piensas en que al menos tienes a tu fiel compañero, este dice de pronto "¡Ups!", y con voz cada vez más lenta y como apagándose añade "Lo siento, Maikel... Se me olviiidoooo... echaar... gasoliiiinaaaaa"

En ese momento el coche se para. La lucecita de delante se apaga y todos los sistemas del vehículo, que dependían de la batería (la cual lleva años descargada por falta de uso desde que cerró la empresa), se cierran. El coche está cerrado a cal y canto. En mitad del desierto australiano. Tú estas fuera, y no tienes llave alguna o forma de abrirlo con los sistemas apagados. La tapita de la gasolina no se va a abrir a la fuerza, porque el coche es invulnerable... Y a lo lejos se escuchan varios helicópteros.

¿Cómo saldrás de esta? Quien sabe, pero eso si, tu coche está perfectamante aparcado.

PD: Como con las prisas no te limpiaste bien después de cagar, además se te irrita el ojete. (Esta es de propina)


Deseo: Saber siempre cual es el Deseo Perfecto.